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YuYu Hakusho -Fanfic- Mi querida Genkai. Capítulo 18: La Pelea Entre Yuske y Shie

                  


Sinopsis del anime: La serie narra la historia de un joven rebelde de 14 años, Urameshi Yūsuke, quien es atropellado en un accidente de tráfico por salvar a un niño. Su muerte no debía ocurrir todavía, y por tanto no hay sitio para él ni en el Cielo ni en el Infierno, así que deberá ir al Más Allá y, en calidad de fantasma, recuperar su cuerpo y vencer todo tipo de demonios y seres fantasmagóricos acompañado de sus fieles amigos.

MI QUERIDA GENKAI

Trama: Un antiguo compañero de Genkai aparese dispuesto a vengarse por un desaire del pasado usando a Yusuke en contra de ella
Autora: Gabriella Yu
Año: 2006
Capítulos: 27
Género: aventura, artes marciales, aventura, humor

Capítulo 18: La Pelea Entre Yuske y Shie


-¿Quién diablos eres tú para decidir quién se va?


Sin contestarle al chico, Shie avanzó un paso hacia ellos amenazante. Rápidamente Yuske se puso delante de su maestra dispuesto a defenderla.


-No te acerques más o te daré la paliza que tanto mereces. –Amenazó el chico. Shie rió entre dientes.


-¿Crees que puedes derrotarme? ¡Qué iluso eres! Eso quisiera verlo.


Furioso, Yuske atacó rápidamente con uno de sus poderes espirituales.


-¡¡¡ESCOPETA!!! –Una serie de disparos de energía espiritual salieron del puño del muchacho.


Sorprendentemente, Shie pudo esquivar cada uno de los disparos con una velocidad extraordinaria.


-¿Eso es todo lo que tienes Yuske Urameshi? –Se burló.


-Maldición... –Murmuró Yuske.


Entonces, Shie miró a Genkai que se encontraba detrás del chico. Ella permanecía inmutable, sin miedo, tranquila, lista para cualquier cosa si era necesario. Shie se molestó. ¿Acaso nunca le tendría miedo?


-¡¡¡PODER PSÍQUICO ESPIRITUAL!!!


Su poder fue dirigido hacia Genkai con toda la intención de matarla, pero Yuske fue más rápido y tomándola de la cintura se apartaron de la trayectoria del disparo.


-Eres rápido.


-¡Ya déjala en paz, maldito! ¡La pelea es conmigo!


-¡No! –Gritó Shie. -¡La pelea es con ella!


-Eres un tonto. –Respondió Genkai. –Todo este alboroto por un estúpido rechazo...


-Vaya. –Dijo Yuske pensativo. –Si éste fuera Kuwabara, ya se hubiera peleado con todas las chicas de Japón.


-¡¿Se burlan de mí?!


-¿Y a ti qué te parece, estúpido? ¡¡REIGUN!!


Shie esquivó el poder de Yuske y en el instante se lanzó en contra de él y los dos comenzaron a pelear con golpes de puño. Esquivaban algunos golpes y otros lo recibían de lleno, pero ambos lo soportaban. La pelea era muy pareja. Genkai, a todo esto, sólo se limitaba a mirar los movimientos del enemigo para analizarlos, y de paso veía los movimientos de Yuske por si necesitaban ser corregidos. De pronto, Shie logró darle un certero golpe de puño a la cara de Yuske, lanzándolo contra la pared, dejándolo aturdido. Entonces, la atención de Shie se centró en la joven Genkai. Ella lo advirtió y se puso en guardia, lo que provocó la sarcástica risa del hombre.


-¿Aún quieres pelear conmigo, Genkai? ¿Crees que me harás daño con ese miserable poder espiritual que tienes? –Se acercó a ella.


Genkai no decía nada, sólo se limitaba a mirarlo con determinación. Esta actitud enfureció de nuevo a Shie.


-¡Me tienes harto! ¡¡RAYOS PSÍQUICOS!!


Genkai hubiera muerto si recibía ese poder, pero la velocidad de su discípulo lo evitó, apartándola nuevamente de aquel peligro. El poder impactó de lleno en la pared de piedra haciéndola pedazos y dejando un gran hueco en su lugar, en dónde se podía ver la espesa capa de niebla gris.


Al caer Yuske al suelo con Genkai, tal sacudida hizo que a ella le volviera el terrible dolor de cabeza que le provocaba la piedra azul. Sorprendido, el chico vio a su maestra por primera vez retorciéndose de dolor.


-¡Maestra Genkai! ¿Qué le pasa?


-...E- es esta maldita piedra en mi cabeza...


Enfurecido, Yuske se levantó y miró a Shie.


-Qué cruel eres... No tienes derecho a hacerle esto sólo porque ella te rechazó.


Shie se rió.


-No, no tengo el derecho, pero sí el poder para hacerlo. Ella nunca tendría que haberme rechazado.


-Eres un maldito... –Yuske cerró sus puños con ira. –No puedes obligar a alguien por medio de la fuerza y las amenazas para que te quiera.


-Ese, mi querido muchacho, es mi asunto, no el tuyo.


-¡¡REIGUN!! –Volvió a atacar Yuske, esta vez con una fuerza y velocidad que Shie no se esperaba.


El disparo de Yuske fue a impactar directamente al brazo del oponente, provocándole una gran herida y lanzándolo en contra de la pared del pasillo. Genkai se levantó del suelo ya más repuesta y caminó unos pasos hacia Yuske, pero no muy cerca, por si Shie se levantaba, no quería estorbar.


-No te confíes, Yuske. Se volverá a levantar, y estoy segura que estará más furioso que antes.


Exactamente, Shie se levantó muy enojado, pero también sorprendido. Se suponía que durante 50 años había entrenado muy duro para ser el más fuerte y así gobernar el Mundo Humano y derrotar a Genkai, pero allí estaba ése muchachito de 14 años que le acababa de demostrar que era mucho más fuerte que él, sin ni siquiera expulsar todo su poder. Era realmente peligroso, no debía exponerse más tiempo a Yuske, podría perder la vida, necesitaba tiempo para hacerse más poderoso. ¿Pero cómo podría ganar tiempo y escapar? Entonces, fijó su vista en Genkai. Ella estaba indefensa, claro, ya no tenía su enorme poder espiritual, ella le salvaría la vida.


-¿Qué pasa, Shie? ¿Te diste cuenta de mi grandioso poder? ¡Wah ha ha ha! –Se rió estúpidamente Yuske hasta que Genkai le dio un puntapié para que se callara.


-¡No seas fanfarrón! ¡No digas idioteces!


-Vaya, no me dolió para nada su puntapié. –Dijo entre extrañado y divertido. Genkai se moría de la rabia.


-Yuske Urameshi... –Dijo al fin Shie.


-¿Qué quieres? –Se puso en guardia el muchacho. Pero notó que su oponente parecía que ya no tenía ganas de seguir peleando.


-¿Has notado lo hermosa que es tu maestra? –Fue la sorprendente pregunta de Shie.


-¿Eh? –Pestañeó Yuske perplejo, y miró a su maestra.


-No te dejes engañar, -le dijo esta –algo está tramando.


-¡Es cierto! –Y dirigiéndose a Shie le dijo:


-¿Qué tiene que ver si es bonita? ¡Yo he venido a pelear!


-Entonces la crees bonita. –Sonrió el otro. -¿No te gustaría que fuera tu novia?


Yuske se molestó muchísimo con esa propuesta.


-¿Estás loco o qué? ¡Ella es mi maestra! ¡Jamás se me ocurriría algo así!


-Es una verdadera lástima... En fin. Pero supongo que la prefieres así de joven y no como una vieja patética, ¿verdad? Deberías agradecerme el favor que le hice.


-¿De qué favor hablas? Yo no veo que ella esté muy agradecida que digamos, ni yo tampoco. Prefiero a mi maestra tal cual como la conocí. Yo no soy como Toguro o tú, no me obsesiono con la edad. No me importa su apariencia física, en tanto sea una buena persona.


-Yuske... –Se sorprendió Genkai al escuchar lo que dijo su discípulo y se sintió orgullosa de él.


Enfurecido al no encontrar dudas en Yuske para controlarlo, decidió utilizar otra artimaña.


-¡¡PODER PSÍQUICO ESPIRITUAL!!


Tomó por sorpresa a ambos, aún así Yuske pudo desviar el ataque con el ReiGun, pero la onda expansiva empujó a Genkai hacia el agujero de la pared, lanzándola así al vacío. Al verlo, Yuske no lo pensó dos veces y se lanzó también detrás de ella para salvarla.


Riéndose, Shie se acercó al agujero de la pared para mirar, pero lo único que vio fue una espesa niebla y un hondo precipicio.


-Tontos. Ahora me libré de esos dos. Es una lástima por Genkai, pero tenía que deshacerme de Urameshi como fuera. –Miró hacia la puerta. –Ahora tengo que encargarme de los otros tres que quedan.


Continuará...


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