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YuYu Hakusho -Fanfic- Mi querida Genkai. Capítulo 4: El Regalo de Yuske y La Venganza de Shie

    


La serie narra la historia de un joven rebelde de 14 años, Urameshi Yūsuke, quien es atropellado en un accidente de tráfico por salvar a un niño. Su muerte no debía ocurrir todavía, y por tanto no hay sitio para él ni en el Cielo ni en el Infierno, así que deberá ir al Más Allá y, en calidad de fantasma, recuperar su cuerpo y vencer todo tipo de demonios y seres fantasmagóricos acompañado de sus fieles amigos.

Trama: Un antiguo compañero de Genkai aparese dispuesto a vengarse por un desaire del pasado usando a Yusuke en contra de ella
Autora: Gabriella Yu
Año: 2006
Capítulos: 27
Género: aventura, artes marciales, aventura, humor

MI QUERIDA GENKAI

PRIMERA PARTE: EL CUMPLEAÑOS

Capítulo 4: El Regalo de Yuske y La Venganza de Shie


Ya llegada las doce de la noche, después de diez horas de fiesta, Genkai dio la orden de que todos se fueran a dormir a las habitaciones que ella les había asignado, ya que decía que ya no los podía soportar más. Cuando ya todos estuvieron durmiendo en dos habitaciones separadas, divididos entre chicos y chicas, Genkai se dispuso a abrir los regalos en su habitación.


Yukina le había regalado un hermoso collar hecho por las piedras preciosas Shirue, Keiko un bonito par de zapatos, Shizuru un coqueto sombrero, Botán un precioso traje de combate, Kurama un rico perfume hecho con sus rosas más aromáticas, Kuwabara le regaló un lindo broche de flor, Hiei un interesante libro de artes marciales conseguido de quién sabe dónde, Koenma un entretenido videojuego (Game Boy), y Yuske...


Se sorprendió al abrir el pequeño paquetito y encontrar un delicado y hermoso colgante plateado con forma de rosa con un pequeño diamante en medio, el colgante estaba sujeto a una delgada cadena plateada. Genkai se le quedó mirando por un momento, en silencio.


-Esto no puede ser para mí. –Dijo preocupada.


Rápidamente la maestra del ReikouHadouken se dirigió a la habitación de los chicos y llamó a Yuske, éste se despertó entre protestas y siguió a su maestra hasta afuera del Templo. Genkai no había dicho una sola palabra.


-¿Qué es lo que pasa maestra Genkai? –quiso saber Yuske cuando se detuvieron bajo un gran árbol de cerezos en flor.


-Yuske –dijo ella al darse la vuelta para mirar a su discípulo –yo no merezco este regalo.


Y diciendo esto, le colocó el colgante en las manos. Yuske, sorprendido, miró el colgante y después a Genkai.


-No sea tonta, es para usted, acéptelo. –Le dijo mientras se lo devolvía.


-¡El tonto serás tú! Y te digo que no lo quiero, no lo merezco. Creo que realmente se lo tienes que dar a Keiko. –Se lo regresó.


-¿Y para qué se lo tengo que dar a ella? Keiko no fue la que me enseñó a pelear. ¡Gracias a usted llegué a ser lo que soy! Y como agradecimiento quiero obsequiárselo. –Y diciendo esto volvió a poner el colgante en las pequeñas manos de Genkai.


-Pero... –ella dudó.


Al ver que dudaba, Yuske se arrodilló frente a ella y miró a los ojos de una sorprendida Genkai, tomó sus manos con el colgante en ellas.


-La admiro maestra Genkai –dijo con sinceridad – usted es fuerte e inteligente además de sabia. Sufrí mucho con su entrenamiento, pero gracias a ello soy muy fuerte y así puedo defender a mis amigos. Quiero darle las gracias por todo y creo que la mejor manera de hacerlo es entregarle este colgante de la abuela que apenas conocí y que quise mucho. Mi madre lo abandonó, por eso creo que usted es la persona indicada para dárselo.


Genkai lo miró en silencio. Estaba muy conmocionada por la actitud de Yuske. No se había dado idea de lo mucho que él la quería a pesar de todo lo que ella le hacía. Nunca nadie le había demostrado tanta admiración y gratitud. Al final, decidió aceptar el regalo.


-Está bien, tonto. –Sonrió – Y ahora levántate de allí que pareces un idiota.


-¡Pero si usted hizo que me portara así con su terquedad de asno! –se quejó el muchacho al levantarse.


-¡¿Qué Dijiste, estúpido?! –gritó Genkai propinándole un golpe a Yuske.


Mientras ellos dos se dedicaban a pelearse, no se dieron cuenta de que estaban siendo observados por un oscuro personaje malvado escondido a lo lejos entre las sombras de las copas de los árboles. Una sonrisa maligna iluminó el rostro del sujeto.


-¿Así que tienes un discípulo que te admira, no Genkai? Pues creo que ahora sé cómo destruir tu vida poco a poco y así realizar mi venganza de una vez por todas, mi querida amiga...


Una tenebrosa risa se dejó escuchar entre los graznidos de los cuervos. Yuske y Genkai creyeron escucharlo, y eso los preocupó.


Continuará...


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