YuYu Hakusho -Fanfic- La Puerta del Diablo. Capítulo 7: Un Plan de Ataque

                                 


Sinopsis del anime: La serie narra la historia de un joven rebelde de 14 años, Urameshi Yūsuke, quien es atropellado en un accidente de tráfico por salvar a un niño. Su muerte no debía ocurrir todavía, y por tanto no hay sitio para él ni en el Cielo ni en el Infierno, así que deberá ir al Más Allá y, en calidad de fantasma, recuperar su cuerpo y vencer todo tipo de demonios y seres fantasmagóricos acompañado de sus fieles amigos.

LA PUERTA DEL DIABLO


Trama:
 Un codicioso empresario está buscando la forma de gobernar el mundo, y qué mejor manera que abriéndole las puertas al diablo en el Templo de Genkai.
Género: aventura, artes marciales, drama, acción, fantasía, humor
Pareja: ninguna
Calificación: para mayores de 13 años
Cantidad de palabras por capítulo: variable
Duración: 30 capítulos
Estado: completo
Año de creación: 2006
Publicado originalmente en: Fanfiction
Autora: Gabriella Yu
Mi estilo: estoy influenciada tanto por el anime, los dramas asiáticos y la literatura universal. Me gusta hacer pasar a los personajes por duras pruebas para sacar los mejor de ellos. ¡Nadie es perfecto, todos podemos ser mejor!

SEGUNDA PARTE: UNA HUÉSPED EN LA CASA DE YUSUKE

Capítulo 7: Un Plan de Ataque

Yusuke y Keiko llegaron al templo de Genkai para confirmar por ellos mismos la terrible noticia. Entonces se encontraron a Kurama, Hiei, Kuwabara y Botán al comienzo de las largas escaleras.

-¿Es cierto que remataron el templo? –Preguntó Yusuke cuando llegó junto a ellos.

-Así es. –Confirmó seriamente Kurama, sus ojos verdes brillaban de furia. –Mori compró el templo.

-¡Pero pagamos todo!

-¡Ha! –Se rió Hiei despectivamente. –Como si eso pudiera hacer algo contra la corrupción de un maldito millonario.

-¿Por qué no fuiste a clases, Urameshi? –Le reprochó Kuwabara. -¡Te estábamos esperando!

-Me quedé dormido. Mi mamá no me despertó.

-¡Ay! –Se burló su amigo poniendo cara de tonto. –Me despierta mi mamita, aún soy un bebito.

-¡Y tú de qué te burlas si a ti te despierta tu hermana, bebito! –Corrigió Yusuke enfurecido. Entonces, ambos muchachos se prepararon para pelear y vengar sus orgullos heridos..

-¡Miren! ¡La maestra Genkai! –Exclamó Botán señalando hacia las escaleras y dando por terminada la pelea entre Yusuke y Kuwabara.

Entonces todos volvieron su vista hacia las escaleras y vieron a la maestra Genkai bajar por ellas lentamente con los brazos cruzados. Parecía estar bastante tranquila a pesar de lo que estaba pasando.

-¡No puedo creerlo! –Exclamó Yusuke cuando ella llegó hasta donde se encontraban todos. -¿Qué haremos ahora?

-Esperar. –Respondió Genkai tranquilamente.

-¿Esperar? ¿Y para qué diablos vamos a esperar?

-¡No te desesperes, tonto! –Le reprendió. Luego carraspeó y continuó:

-Con Mori en el templo, lo vigilaremos y sabremos qué es lo que está buscando.

-¡Tiene razón! –Festejó Botán. -¡Excelente idea, maestra Genkai!

-Yo podría hacer ese trabajo. –Se ofreció Hiei y la anciana asintió con la cabeza.

-¿Y cómo vamos a recuperar el templo? –Preguntó una Botán muy afligida.

La chica había preguntado algo que todos querían saber, suponían que la maestra Genkai también tuviera un plan para aquel problema. El equipo Urameshi volvió su mirada hacia Genkai y esperaron ansiosos la respuesta, que la anciana maestra se tomó su tiempo en contestar.

-¡Vamos, abuela! –Protestó Yusuke con su habitual impaciencia. -¡Hable de una vez!

-¡Cállate, tonto! –Lo reprendió la mujer. -¡Yo hablo cuando quiero! ¡Ya te dije que aprendas a tener paciencia! ¿Acaso eres tan cabeza dura para que no lo puedas aprender?

-Maldita sea. –Murmuró el aludido y se cruzó de brazos.

Todos fijaron su atención nuevamente en la anciana, y al fin esta respondió.

-No tengo la menor idea.

Los jóvenes cayeron de golpe al suelo, pillados por sorpresa por la inesperada respuesta.

-¡¿Y para eso nos hizo esperar?! –Protestó Kuwabara. Por toda respuesta, Genkai alzó los hombros con despreocupación.

-Ya habrá una solución. –Dijo al fin.

-Existe una manera de solucionar esto de una vez. –Sugirió Hiei.

-¿Y cuál? –Preguntó Yusuke.

-Asesinando a Mori y sus secuaces. –Todos se le quedaron mirando, sorprendidos.

-Pero Hiei, no puedes andar matando gente así nada mas en el mundo de los humanos. –Le advirtió su amigo Kurama con total tranquilidad. –Serías perseguido como un criminal por el Mundo Espiritual.

-¡Bah! –Protestó Hiei. –Al final no se puede hacer nada en este lugar. Ustedes me dan lástima.

-Pero si Genkai se queda ahora sin el templo. ¿En dónde vivirá? –Preguntó muy afligida Botán.

-Fácil. –Respondió Kuwabara. –En casa de Yusuke.

-¡¿QUË?! –Gritó el muchacho sorprendido. -¡¿Y por qué diablos dices eso, Kuwabara?!

-Porque ella te hospedó en su casa por varios meses cuando te entrenaba.

-Tiene razón. –Asintió Kurama sonriente.

-Ellos tienen la razón, Yuske, así que no te niegues ¿eh? –Lo regañó Keiko.

Yusuke no dijo nada, sabía que no podía negarle a su maestra vivir en su casa. ¡Pero qué difícil sería vivir con ella!

-Bueno, entonces está todo dicho. –Siguió Kurama. –Creo que lo mejor que deberíamos hacer es irnos de aquí, ya no hay nada que hacer.

-¿Mori no está aquí, abuela? –Preguntó Yusuke.

-No seas tonto Yuske. –Le respondió ella. -¿Cómo crees que él estará personalmente en un lugar en dónde podría correr peligro? Su secretario fue quien hizo la compra.

-Cobarde. –Murmuró Hiei.

-Vámonos entonces. –Ordenó Genkai.

Pero cuando todos se disponían a marcharse de mala gana, la voz de un hombre joven los detuvo.

-¿Ya se van tan pronto?

Se dieron vuelta y se llevaron una sorpresa al encontrarse con el secretario del empresario.

-Pensé que se quedarían más tiempo. –Siguió en tono burlón.

-Maldito. –Dijo Hiei dando un paso hacia el joven con intenciones de acabar con él, pero Kurama lo detuvo.

-No lo hagas, Hiei, él no vale la pena. –Le dijo su amigo. Refunfuñando, Hiei se quedó quieto.

Todo el grupo miraba al secretario con una ira contenida y los puños cerrados fuertemente. Impotentes.

-Como verán, mi jefe se quedó al fin con este lugar y jamás podrán recuperarlo.

-¡Eso ya lo veremos, desgraciado! ¡Recuperaremos el templo! –Le contestó Yusuke muy enojado.

-No lo creo. –Sonrió –Dudo mucho que puedan hacer algo sin dinero.

-No todo se consigue con dinero. –Replicó Genkai.

Io fijó su vista directamente a la anciana, desafiándola.

-Entonces dime cómo mi jefe consiguió este templo, señora Genkai.

Genkai se mordió los labios, derrotada. Yusuke y los demás se enfurecieron.

-Eres un maldito. –Dijo Yusuke.

-Vámonos ya de aquí. -dijo Genkai tomando a Yusuke del brazo para obligarlo a que la siguiera. Como todos estaban muy nerviosos e irritables, la mujer quería evitar una desgracia.

-Eso es. –Dijo burlonamente Io. –Váyanse, ya no tienen nada que hacer en este lugar.

Miró a Genkai.

-Salvo usted, anciana. –Sus ojos brillaron maliciosos. –Usted tiene que ir a mendigar.

Enfurecidos por aquel insulto, Yusuke, Kuwabara y Hiei se lanzaron en contra del sujeto, con intenciones de darle una buena tunda.

-¡¡ALTO!! –Les gritó Genkai. -¡¡Les dije que nos fuéramos de aquí!!

Los tres muchachos se detuvieron de mala gana a sólo unos centímetros del secretario, que extrañamente no les demostró ningún miedo, cosa que a Genaki, Kurama y Hiei les llamó muchísimo la atención. Entonces, el joven se fue tranquilamente hacia el interior del templo.

Muy molestos e impotentes, el equipo Urameshi se decidió a dejar que se salieran con la suya por el momento. Cuando todos se encaminaron hacia el camino que iba hacia la ciudad arrastrando de mala gana los pies por aquella derrota, Yusuke, que iba caminando entre ellos, se detuvo al no ver a Genkai por ningún lado, preocupado entonces se giró hacia atrás y la vio. Genkai se había quedado parada mirando hacia su templo, con una expresión que parecía ser de tristeza en su rostro, entonces a Yusuke se le rompió el corazón.

-Le prometo que recuperará su templo, maestra Genkai. –Dijo Yusuke cuando llegó a su lado.

Genkai lo miró con una sonrisa sincera en sus labios.

-Gracias, Yuske.

Entonces Yusuke le ofreció su brazo, sonriéndole también.

-Vámonos a casa, Genkai. –Dijo.

-Eres un tonto. –Le dijo ella dándole un golpe en el hombro rechazando la caballerosidad de su alumno. Feliz, Puu voló hasta la cabeza de Yusuke, a quien no le agradó mucho la idea de tenerlo en la cabeza.

Y luego, los tres se fueron detrás del grupo de amigos, caminando uno al lado del otro (y uno encima del otro). Yusuke y Genkai sabían por experiencia que se llevarían por los pelos, pero intentarían llevarse bien por lo menos hasta que lograran solucionar el problema que los aquejaba.

Continuará...



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