YuYu Hakusho -Fanfic- La Puerta del Diablo. Capítulo 10: Desencuentros

                                    


Sinopsis del anime: La serie narra la historia de un joven rebelde de 14 años, Urameshi Yūsuke, quien es atropellado en un accidente de tráfico por salvar a un niño. Su muerte no debía ocurrir todavía, y por tanto no hay sitio para él ni en el Cielo ni en el Infierno, así que deberá ir al Más Allá y, en calidad de fantasma, recuperar su cuerpo y vencer todo tipo de demonios y seres fantasmagóricos acompañado de sus fieles amigos.

LA PUERTA DEL DIABLO


Trama:
 Un codicioso empresario está buscando la forma de gobernar el mundo, y qué mejor manera que abriéndole las puertas al diablo en el Templo de Genkai.
Género: aventura, artes marciales, drama, acción, fantasía, humor
Pareja: ninguna
Calificación: para mayores de 13 años
Cantidad de palabras por capítulo: variable
Duración: 30 capítulos
Estado: completo
Año de creación: 2006
Publicado originalmente en: Fanfiction
Autora: Gabriella Yu
Mi estilo: estoy influenciada tanto por el anime, los dramas asiáticos y la literatura universal. Me gusta hacer pasar a los personajes por duras pruebas para sacar los mejor de ellos. ¡Nadie es perfecto, todos podemos ser mejor!

Capítulo 10: Desencuentros

Keiko había notado el cambio operado en su amigo Yusuke en cuanto cruzó la puerta del salón de clases. Se veía triste y no se comportaba de la manera atolondrada como siempre lo hacía.

-¿No te reconciliaste con la maestra Genkai? –Le preguntó la chica preocupada.

-No. –Suspiró. –Esta vez si que metí la pata, hablé demasiado y sin pensar... Me lo tengo merecido, ella siempre me advirtió que dominara mi enojo.

-Pídele disculpas.

-Lo intenté pero no quiere escucharme. –El muchacho se recostó sobre su pupitre, muy apesadumbrado. Keiko se sentó en su lugar y decidió pensar en la manera de ayudar a Yusuke para solucionar su problema.

Durante todo el día de clases Yusuke no se movió de su pupitre, se la pasaba durmiendo a cabizbajo, ni siquiera se puso a pelear con sus compañeros o con los profesores, cosa que extrañó a muchos de ellos.

Después de salir de clases, Yusuke, Keiko y Kuwabara se reunieron con Kurama y Botán para hablar sobre el tema del templo y principalmente sobre la pelea de Yusuke con Genkai.

-Ya le dije al Señor Koenma que investigue todo sobre el terreno del templo. –Les informó Botán. –Pronto tendremos resultados.

-Muy bien, Botán –Asintió Yusuke, y luego se dirigió hacia Kurama -¿Aún Hiei no descubrió nada?

-No todavía. –Respondió el aludido –Pero me a dicho que el secretario de Mori ordenó a sus hombres tirar abajo el edificio del templo.

-¡¿Qué?! ¡¿Quieren derrumbar el templo?! –Yusuke se sorprendió -¡A Genkai no le gustará saberlo! ¡Tenemos que detener a Mori de una vez!

-¡Son unos desgraciados! ¡Estoy de acuerdo con Urameshi, hay que detenerlos! –Lo apoyó Kuwabara.

-Pero antes debemos resolver tu problema con Genkai. –Dijo Botán –No pueden ir a detener a Mori peleados como están.

-Ya he intentado de todo –Replicó Yusuke dejándose caer en el banco de la plaza. –Creo que Genkai me odia.

-¡No digas eso! –Exclamó Keiko –¡Ella no puede odiarte, eres su discípulo y sé que te quiere mucho!

-Keiko tiene razón, Yuske. –Kurama se sentó al lado del apesadumbrado muchacho –La maestra Genkai no es capaz de eso contigo. Seguramente debe estar muy dolida por lo que dijiste, te aconsejo que hables con ella sin titubeos y le digas lo que verdaderamente sientes.

-"Pero sí se lo dije en la noche de su cumpleaños" –Pensó Yusuke.

Al ver que su amigo nada decía, Botán decidió actuar.

-¿Quieres que hable yo con Genkai? –Al no recibir respuesta alguna, la chica procedió a marcharse para ver a la maestra del ReikouHadouken.

-¡No! –Exclamo el muchacho poniéndose de pie –Gracias Botán, pero prefiero hacerlo yo mismo.

Botán se detuvo y entonces Yusuke comenzó a caminar decididamente hacia la dirección en que se encontraba su casa. Volvió su cabeza mientras caminaba para mirar a sus amigos.

-Ustedes ocúpense del templo. –Dijo.

Aquella noche, Genkai se encontraba sentada en la terraza del edificio, sumida profundamente en sus pensamientos. Recordando.

'¡¡No soporto más a esa vieja bruja!! ¡¡Ojalá nunca la hubiera conocido!! ¡¡Ahora yo estaría muy tranquilo sin su presencia!!'

La mujer pasó nerviosamente su mano por sus canosos cabellos rosa. Aquellas palabras retumbaban en su mente una y otra vez. No podía creer que Yusuke hubiera dicho algo así. No su muchacho, no él.

-¿En qué me equivoqué? –Susurró. –Fui una tonta...

Genkai se levantó y metió su mano entre las ropas a la altura de su pecho, sacando luego un colgante de flor sujeta a una delgada cadena plateada que traía colgada a su cuello. Era aquel regalo que Yusuke le había dado en su cumpleaños meses atrás y aún recordaba lo que él le había dicho para convencerla de que lo aceptara:

'La admiro maestra Genkai, usted es fuerte e inteligente además de sabia. Sufrí mucho con su entrenamiento, pero gracias a ello soy muy fuerte y así puedo defender a mis amigos. Quiero darle las gracias por todo y creo que la mejor manera de hacerlo es entregarle este colgante, usted es la persona indicada para dárselo'.

. La miró largo tiempo, recordando esas palabras, entonces sus ojos, con una expresión muy triste en su rostro, miraron hacia la luna llena. Su dolor llamó a las lágrimas que hacía muchísimo tiempo no acudían a sus ojos pardos desde que había perdido a Toguro por primera vez.

-Perdóname, Yuske. –Murmuró apretando temblorosamente el colgante con su pequeña mano. Secó sus pocas lágrimas y dándose media vuelta, se dirigió al interior del edificio.

Yusuke llegó corriendo hasta el edificio y subió apresuradamente las escaleras hasta entrar a su departamento.

-¡Genkai! –Llamó el muchacho mirando hacia ambos lados de la sala, pero al no encontrar respuesta comenzó a buscar a su maestra por todas las habitaciones, pero no la encontró. Afligido se dirigió a su propio cuarto con la esperanza de encontrarla allí.

-¿Maestra Genkai, está usted aquí? –Preguntó al abrir la puerta, pero nadie le respondió. –Espero que sólo haya salido un momento.

Un poco preocupado, Yusuke se sentó en su cama, pero entonces, su vista se dirigió a la mesita de luz encontrando allí un sobre. Yusuke tomó el sobre bruscamente y lo abrió. Era una nota de Genkai.

Yusuke:

Debo retirarme de tu vida, ya he cumplido con mi deber y te has convertido en un excelente luchador. Sé que eres inteligente y no errarás de camino, porque aún te queda mucho por vivir y enemigos que conocer. Nunca olvides entrenar.

Sé que algún día te declararás a Keiko, y quiero desearles lo mejor para ambos. Y no te preocupes, cada vez que me necesiten para ayudarles en algo, estaré siempre disponible. También te prometí que mi templo sería tuyo algún día y así será.

Y pelees con quién pelees, no vayas a perder.

Genkai

-Maldita sea. -Yusuke arrugó el papel mientras lágrimas de enojo bañaron su rostro. –Esto suena a despedida.

El muchacho sabía que en realidad ella se despedía por lo que él había dicho el día anterior. Sabía que Genkai no era de expresar abiertamente sus verdaderos sentimientos sino hasta que no era realmente necesario o en último momento, así como él lo hacía. Debía encontrarla y decirle lo mucho que lo sentía, lo mucho que aún la necesitaba, con o sin templo.


Continuará...


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