Capítulo 1: El Comienzo de la Aventura Nihongo (Ver. Fem.)

  


"Eres Ariel, un aprendiz frustrado que cree que nunca logrará dominar el japonés. Pero todo cambia cuando descubres un misterioso pergamino antiguo. Al leer sus últimas palabras, un resplandor te envuelve y te transporta a un mundo fantástico al borde del desastre. La única forma de salvarlo es dominando el idioma prohibido... ¡el japonés! ¿Tendrás el valor de embarcarte en esta aventura lingüística y convertirte en el héroe que este mundo necesita?"

La Odisea del Onigiri

Capítulo 1: El Comienzo de la Aventura Nihongo

Despiertas con un suspiro pesado. Aprender japonés siempre te ha parecido una tarea imposible. Los símbolos extraños, las pronunciaciones difíciles... todo un laberinto sin salida. Pero esta noche, algo diferente ocurre. Entre los libros y papeles desordenados de tu escritorio, un pergamino antiguo llama tu atención. Su cubierta desgastada y sus caracteres misteriosos parecen susurrarte algo. Sin pensarlo demasiado, deslizas los dedos sobre la superficie y lees en voz alta las palabras que logras entender.

Un destello de luz te envuelve y, antes de poder reaccionar, sientes cómo el suelo desaparece bajo tus pies. Tu cuerpo es lanzado a un torbellino de colores y sonidos extraños. Cuando el vértigo cesa, te encuentras en medio de un dojo tradicional, iluminado por faroles de papel. Frente a ti, un anciano de largas barbas blancas y kimono azul te observa con una mirada sabia y penetrante.

"Vaya, vaya… otra viajera perdida en el tiempo y el lenguaje," dice con voz profunda. "Soy el Maestro Furigana, guardián del conocimiento del Nihongo. Si deseas salvar este mundo, primero debes aprender a pronunciarlo correctamente."

Señala con su bastón un conjunto de tablillas de madera, donde los caracteres del hiragana y el katakana brillan tenuemente. "Para emprender tu aventura, primero debes dominar los sonidos sagrados del idioma. Solo aquella que respete y comprenda la esencia del Nihongo podrá continuar su viaje."

Tienes dos opciones:


Aceptar el entrenamiento y repetir los sonidos con precisión.

Negarte y buscar otro camino (aunque… ¿será realmente posible?).


El destino de tu viaje depende de tu decisión...


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