🔍 CAPÍTULO 3 – Opción B: "Regreso al laboratorio"

 Después de clase, esperé.

Me quedé en la biblioteca fingiendo leer, mientras contaba mentalmente los minutos. Uno a uno.
Sabía exactamente a qué hora terminaba la jornada de limpieza, cuánto se tardaban los encargados en cerrar el ala de ciencias, y cuándo el pasillo quedaba sin vigilancia.

Lo que pasó en ese laboratorio no fue un accidente.
No fue un caso aislado.
Fue un mensaje.

Salí sin que nadie me notara. Las luces del pasillo parpadeaban con un zumbido bajo. El sonido de mis pasos parecía amplificarse en esa calma forzada.

Cuando llegué a la puerta del laboratorio, la encontré entreabierta.
No cerrada.
No con llave.

Curioso. ¿Alguien más volvió? ¿O alguien nunca se fue?

Entré sin hacer ruido.

El aire olía a productos químicos, mezclados con algo más... como electricidad quemada. O miedo.

Encendí la linterna de mi teléfono. No quería prender las luces generales. Algo me decía que este era uno de esos momentos que debía vivirse entre sombras.

El pupitre donde había estado la chica seguía allí, con una leve marca redonda sobre el metal. Tal vez un vaso, un frasco… o la trampa.

Me acerqué al estante del fondo. Frascos etiquetados, materiales organizados. Todo parecía intacto, excepto…

Una hoja arrancada.
Un frasco vacío.
Y huellas.

Sí, huellas.
No de pisadas. De dedos. Sobre el polvo del estante, alguien había dejado un patrón: tres dedos, una línea recta… y una pequeña marca en forma de media luna.

Me agaché para observar mejor. Entonces lo oí:

—Si estás buscando veneno, no lo vas a encontrar ahí.

Mi cuerpo se tensó.

Giré rápidamente y ahí estaba: una niña. Pelo castaño, ojos fríos, mirada fija. Llevaba el uniforme de primaria de Teitan. Pequeña. Pero nada en ella parecía “infantil”.

—¿Y tú… quién eres? —pregunté, sin ocultar mi sorpresa.

Ella no respondió de inmediato. Caminó hacia uno de los estantes con total naturalidad, como si el laboratorio le perteneciera. Tomó un frasco. Lo giró. Lo devolvió a su lugar.

—Yo solo pasaba por aquí —dijo finalmente, sin mirarme—. Pero si vas a entrometerte en cosas que no entiendes, al menos hazlo bien.

Fruncí el ceño.

—¿Qué quieres decir?

—Tu linterna. Estás iluminando el suelo. Deberías revisar el marco de la puerta. Ahí es donde dejan las verdaderas advertencias.

Caminé hasta el marco. Me agaché. Una palabra estaba escrita en marcador rojo, casi imperceptible.

“Peón.”

Me giré hacia la niña. Pero ya no estaba.

Solo el eco de sus pasos alejándose por el pasillo.

Nota: el aspecto de los personajes de Detective Conan
puede no ser exactamente igual para evitar infringir
los derechos de autor.

🧠 Desbloqueo:

Pista desbloqueada: Marca oculta con la palabra "Peón"
Personaje desbloqueado: Ai Haibara – Inteligencia en miniatura, voz de advertencia
Logro conseguido: "Aviso entre sombras"


🔻 ¿Qué haces ahora?

🔵 Opción A: Tomas nota del mensaje y decides seguir investigando por tu cuenta.
La advertencia es clara. Pero tú no sos un peón. O eso creés…

🔵 Opción B: Buscas información sobre la niña misteriosa que te habló.
Esa mirada... no era normal. ¿Quién es realmente? ¿Por qué sabe tanto?

🔵 Opción C: Vuelves al aula e intentas hablar con Miyu sobre la palabra “Peón”.
Si ella también forma parte del tablero… tal vez sea hora de empezar a jugar juntos.


PUBLICADO EL 9 DE ABRIL DEL 2025

NOTA IMPORTANTE: ACTUALIZARÉ UNA OPCIÓN POR DÍA.

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